Blog Pasión por el Despacho
La importancia de la prueba electrónica en los juicios.
La prueba electrónica en los juicios incluye documentos en formato electrónico, correos electrónicos, mensajes por canales de mensajería electrónica, redes sociales, grabaciones de audio y video, y otros soportes electrónicos.
Adicionalmente, es importante destacar que la jurisprudencia reconoce la naturaleza de prueba documental a los documentos electrónicos, incluyendo correos electrónicos y otros soportes electrónicos, siempre y cuando se acredite su autenticidad y que se aporte de acuerdo con las existencias de la doctrina y normativa vigente.
Sin embargo, las grabaciones de imagen y sonido reproducidas en el acto del juicio no son consideradas como prueba documental, a diferencia de los correos electrónicos que sí han sido reconocidos como tal. Además, se destaca que la firma electrónica tiene el mismo valor jurídico que la firma manuscrita en relación con los datos consignados en papel.
El llamado informe de huella digital en internet
Inteligencia artificial: Cómo proteger tu empresa
La protección de una empresa frente a las posibles amenazas que puedan surgir, hace que sea necesario establecer estrategias para su reducción o mitigación. La Inteligencia Artificial ha derivado en nuevas preocupaciones como es la seguridad de los datos o, la Propiedad Intelectual.
A nivel ejemplificativo, algunos de los puntos que han de ser evaluados y protegidos en una Compañía, son los que a continuación se mencionan.
En primer lugar, la protección de los datos. Para ello, se pueden implementar medidas de seguridad que protejan la información sensible y los datos que son utilizados mediante Inteligencia Artificial. Adicionalmente, se recomienda encriptar los datos y establecer políticas claras en materia de recopilación, almacenamiento y uso de datos, políticas que han de ser cumplidas y para las que se recomienda contar con una normativa de privacidad al respecto.
En segundo lugar, la llamada gobernanza de la Inteligencia Artificial. Esto es, el desarrollo de políticas y procedimientos que establezcan cuáles son los principios éticos y legales que rigen el funcionamiento de la Inteligencia Artificial en la empresa. Algunas compañías han decidido crear un comité de ética en Inteligencia Artificial que permita revisar y supervisar proyectos, de tal manera que, los principios sean cumplidos en su integridad.
En tercer lugar, capacitación y concienciación. Es importante que los trabajadores de una empresa en la que se utilice Inteligencia Artificial estén formados en el ámbito y, particularmente, sobre los riesgos y beneficios de la misma. También se debe fomentar una cultura de seguridad cibernética de tal manera que los empleados sean conscientes de los posibles riesgos y amenazas del uso de la Inteligencia Artificial.
Inteligencia artificial: Jurisprudencia estadounidense
La jurisprudencia estadounidense en materia de Inteligencia Artificial está en evolución desde hace unos años. La intersección entre la mencionada y el sistema legal estadounidense ha generado diversas contiendas y desafíos, lo que ha derivado en que los tribunales aborden diversos casos como la responsabilidad penal, la toma de decisiones automatizada o la privacidad.
Algunas de las materias más habituales son las siguientes:
- Responsabilidad, incluida la penal.
- Discriminación y sesgos, en la medida en que la implementación de la Inteligencia Artificial en la toma de decisiones ha tenido un impacto negativo y desproporcionado en ciertos grupos, creando brechas sociales.
- Derechos y privacidad, destacando la violación de los mismos por parte de quienes hayan utilizado Inteligencia Artificial.
- Toma de decisiones automatizada, como puede ser la predicción de resultados judiciales o políticos, la revisión de documentos legales u otros.
Inteligencia artificial: Prevención de ciberdelitos
En anteriores artículos ahondábamos en la Inteligencia Artificial aplicada al Derecho Penal. En el presente, analizaremos los llamados ciberdelitos y, el incremento de su comisión, así como de la suplantación de identidades.
Se puede definir como ciberdelito a cualquier actividad delictiva que involucre una computadora, dispositivo conectado a la red o la red en sí misma. El origen de los ciberdelitos no es baladí y es que algunos consideran que surgió el primero en 1834 en Francia cuando dos ladrones accedieron a los mercados financieros y robaron información de la red de telégrafos.
Estos delitos de suplantación de identidad pueden ser de diversa índole, ya sea de voz, de vídeo o de foto. Actos tan simples como contestar a una llamada telefónica mediante un “sí”, puede ser el medio que se utilizará para la comisión de ciberdelitos.
El problema radica en la facilidad que tiene la Inteligencia Artificial para crear perfiles idénticos de personas, generando contenido como puede ser conversaciones, correos electrónicos o mensajes.
Inteligencia artificial: Derechos humanos
La Inteligencia Artificial dota de soluciones técnicas a situaciones controvertidas mejorando la sociedad en general. Sin embargo, la aplicación de la mencionada Inteligencia Artificial conlleva altos riesgos que afectan directamente a las garantías fundamentales de los seres humanos.
Por esta razón, la normativa que se promulgue sobre Inteligencia Artificial, debe velar por los mencionados derechos, abogando por conductas responsables y por la transparencia.
El Alto Comisionados de la ONU para los Derechos Humanos señaló que han de ser evaluados los distintos campos en los que se aplique la Inteligencia Artificial amén de mitigar y combatir los posibles efectos negativos como son la discriminación, las libertades civiles y otros.
Así pues, se ha considerado crucial que los Derechos Humanos sean protegidos de la Inteligencia Artificial, lo que requerirá de políticas adecuadas implementadas por los gobiernos, así como otras entidades.
A nivel ejemplificativo, los Derechos Humanos también han de ser protegidos en el seno de las relaciones mercantiles y empresariales, de tal manera que el uso de algoritmos de Inteligencia Artificial, procesos operativos o modelos de negocio, han de respetar en todo momento dichas garantías.
Para el caso en que se produzca una vulneración de Derechos Humanos por parte de la Inteligencia Artificial, los Estados han de tomar las medidas adecuadas, imponiendo cuantas sanciones sean necesarias.