La salud mental, al igual que la salud física, puede mejorar o deteriorarse según diferentes factores. Todos tenemos salud mental, pero esta puede ser buena o mala dependiendo de múltiples circunstancias. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define una buena salud mental como un estado en el que:
- Cada individuo reconoce su propio potencial.
- Puede afrontar el estrés normal de la vida.
- Trabaja de manera productiva y satisfactoria.
- Es capaz de contribuir a su comunidad.
A pesar de la creciente conciencia sobre la importancia del bienestar mental, en muchos despachos profesionales sigue siendo un tema tabú. ¿Por qué?
El estigma de la salud mental en la profesión legal
La International Bar Association (IBA) ha realizado un estudio sobre el bienestar mental en el sector legal, con hallazgos preocupantes:
- Impacto del estigma: La mayoría de los profesionales encuestados afirmaron que no hablarían sobre su bienestar mental con su jefe/jefa por miedo a que esto afecte negativamente su carrera.
- Falta de formación: Muy pocas empresas ofrecen formación a sus líderes sobre salud mental.
- Efecto negativo del trabajo: 1 de cada 3 encuestados reconoce que su trabajo afecta negativamente su bienestar.
¿Por qué los trabajadores no hablan sobre su salud mental?
El estudio identifica tres razones principales por las que los empleados evitan hablar sobre su salud mental en los despachos profesionales:
- Miedo a ser tratados de manera diferente a sus compañeros/as.
- Falta de reconocimiento sobre la importancia del bienestar laboral en la empresa.
- Temor a no ser creídos o a que su situación no se tome en serio.
A nivel global, algunos países, como Estados Unidos, llevan estudiando la salud mental en el trabajo desde 1946. Otros, en cambio, no cuentan con ningún tipo de estudio sobre el tema. Sin embargo, en lugares como España y el Reino Unido, se están empezando a realizar cada vez más investigaciones al respecto.
Mecanismos de afrontamiento dañinos en ambientes de alta exigencia
Los despachos profesionales suelen ser entornos altamente estresantes y exigentes, lo que puede llevar a desarrollar mecanismos de afrontamiento dañinos. Entre los más comunes se encuentran:
- Abuso de alcohol para sobrellevar el estrés.
- Consumo de sustancias para desconectar de la presión laboral.
- Aislamiento y agotamiento mental, lo que puede derivar en ansiedad y depresión.
¿Cómo podemos romper el tabú?
Para cambiar esta realidad, es fundamental que las empresas formen a sus líderes y promuevan una cultura en la que la salud mental no sea un tabú, sino un tema de conversación tan natural como la salud física.
¿Por qué es tan importante?
El bienestar mental es el principal impulsor del entusiasmo, la creatividad, la productividad y la eficiencia en el trabajo.
Por el contrario, el estrés crónico y la fatiga mental generan efectos contraproducentes tanto para el individuo como para la empresa.
Conclusión
La salud mental no debe seguir siendo un tema tabú en los despachos profesionales. Promover un ambiente en el que se pueda hablar de bienestar emocional sin miedo al estigma es una inversión en el éxito y la sostenibilidad de cualquier organización.
Las empresas que priorizan la salud mental de sus empleados no solo generan equipos más felices y comprometidos, sino que también consiguen resultados más sólidos y sostenibles a largo plazo
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