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Apple, Siri y la IA generativa: ¿alianza o rendición estratégica ante OpenAI y Anthropic?

07 jul., 2025 3
Apple, Siri y la IA generativa: ¿alianza o rendición estratégica ante OpenAI y Anthropic?

Apple, Siri y el giro estratégico que nadie vio venir

Durante años, Apple ha mantenido una estrategia conservadora en materia de inteligencia artificial. Frente al impulso acelerado de OpenAI, Google, Meta o Anthropic, su IA parecía anclada en funciones básicas: recomendaciones de apps, comandos por voz y automatizaciones limitadas.

Pero según revelaciones recientes de medios como Bloomberg y The Information, la compañía habría detenido el desarrollo de su propio modelo generativo personalizado, y estaría en negociaciones avanzadas con OpenAI y Anthropic para integrar tecnología de vanguardia en Siri.

Un movimiento que puede parecer táctico, pero que en realidad plantea interrogantes estratégicos de enorme calado.

De la autosuficiencia al pragmatismo: ¿por qué Apple cambia ahora?

Históricamente, Apple ha defendido un enfoque vertical: controlar hardware, software y servicios. Su IA seguía esa lógica. Sin embargo, la velocidad con la que ChatGPT y Claude han capturado la atención de usuarios y empresas ha alterado las reglas del juego.

La propia presentación de Apple en la WWDC 2024 dejó entrever que el modelo interno de Siri (Ajax) no estaba preparado para competir con GPT-4 o Claude 3. Desde entonces, han explorado múltiples alternativas, y ahora parecen dispuestos a tomar una decisión sin precedentes: licenciar tecnología clave a terceros.

¿Qué implicaría una alianza con OpenAI o Anthropic?

OpenAI (creadores de ChatGPT) y Anthropic (responsables de Claude) son, hoy por hoy, los referentes en modelos de lenguaje a gran escala (LLMs). Apple estaría negociando el uso de:

- GPT-4o (OpenAI): velocidad, multimodalidad y madurez comercial.

- Claude Opus 4 (Anthropic): orientación a seguridad, privacidad y alineación.

La integración de uno de estos motores en Siri supondría un salto cuántico en capacidades: comprensión contextual, memoria de conversación, generación de contenido natural y conexión con servicios de terceros.

Pero también abriría una puerta crítica a la dependencia tecnológica.

¿Es Apple una “plataforma” o un “cliente” en la era de la IA?

Aquí se encuentra el dilema estratégico más profundo. ¿Está Apple dispuesta a convertirse en un cliente de empresas que también compiten en productos digitales (como Microsoft, socio de OpenAI)? ¿Puede confiar su experiencia de usuario a modelos que no controla al 100%?

Desde el punto de vista de privacidad, Apple se enfrentaría a un reto mayúsculo: garantizar que los datos que viajan a través de Siri mantengan los estándares de confidencialidad que ha promovido durante décadas.

No es solo una cuestión técnica. Es una decisión filosófica sobre el lugar que ocupa Apple en el ecosistema de la IA generativa.