
La Universidad de Stanford ha publicado la octava edición del AI Index Report 2025, considerado el informe más completo y riguroso sobre el estado global de la inteligencia artificial. El documento, elaborado por el Instituto de Inteligencia Artificial Centrada en el Ser Humano (HAI), presenta más de 500 páginas de datos, gráficos y análisis sobre inversión, adopción tecnológica, investigación científica, regulación pública, ética, sostenibilidad y percepción ciudadana en torno a la IA.
Entre sus principales conclusiones destaca una aceleración sin precedentes en el despliegue de soluciones de inteligencia artificial en múltiples sectores, pero también un aumento de los riesgos, desigualdades y preguntas sin resolver que exige una respuesta estratégica por parte de gobiernos, empresas e instituciones académicas.
Inversión sin precedentes y liderazgo estadounidense
El informe revela que la inversión privada global en IA alcanzó los 252.300 millones de dólares en 2024, un 26% más que el año anterior. Estados Unidos concentra la mayor parte de este capital, con 109.100 millones, seguido por China (9.300 millones) y Reino Unido (4.500 millones). De forma específica, la IA generativa recibió más de 33.900 millones, confirmando su posición dominante en el ecosistema innovador.
Además, el número de proyectos de financiación privada en IA creció de forma notable, especialmente en áreas como generación de lenguaje, visión por computadora y automatización de procesos.
Adopción empresarial y reducción de costes
Uno de los datos más relevantes del informe es la consolidación de la IA en el mundo corporativo. Según las encuestas recogidas por Stanford, el 78% de las organizaciones ya ha adoptado tecnologías de inteligencia artificial, frente al 55% registrado en 2023. En concreto, el uso de IA generativa en departamentos como marketing, atención al cliente, finanzas y recursos humanos se ha duplicado.
En paralelo, los costes de inferencia (es decir, el coste de utilizar un modelo en producción) han caído de forma drástica. Usar un modelo como GPT-3.5 costaba 20 dólares por millón de tokens en 2022, y hoy ese mismo servicio puede obtenerse por apenas 0,07 dólares. Esta reducción de más del 2800% abre la puerta a una democratización real del uso de la IA, tanto para grandes empresas como para pymes.
Avances científicos y premios Nobel
La inteligencia artificial ha irrumpido con fuerza en la investigación científica de vanguardia. En 2024, dos Premios Nobel —Física y Química— se concedieron a trabajos donde la IA fue protagonista, como el uso de redes neuronales para modelado cuántico o la predicción de estructuras proteicas con aprendizaje profundo.
Además, el informe documenta un crecimiento significativo en publicaciones científicas vinculadas a IA, especialmente en biomedicina, predicción climática y materiales. La Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) aprobó 223 dispositivos médicos con IA en 2024, en comparación con apenas 6 en 2015.
Desigualdades globales y brechas educativas
Aunque la investigación y desarrollo en IA crece en todas las regiones, persisten importantes asimetrías. China lidera en volumen de publicaciones científicas (23,2%) y patentes registradas (69,7%), pero Estados Unidos mantiene el liderazgo en modelos de alto impacto: 40 frente a 15 de China y 3 de Europa en 2024.
La enseñanza de IA y ciencias de la computación se ha expandido, sobre todo en países del Sur Global. Sin embargo, el informe advierte que muchas regiones carecen aún de infraestructuras básicas, formación docente y conectividad para aprovechar este potencial educativo.
Ética, confianza y sostenibilidad: los retos persistentes
En 2024 se documentaron 233 incidentes relacionados con el uso de IA, muchos de ellos vinculados a desinformación, manipulación electoral o sesgos algorítmicos. A pesar de los avances técnicos, los principales modelos actuales siguen mostrando sesgos raciales y de género, y los mecanismos de auditoría siguen siendo limitados.
Además, la sostenibilidad de los grandes modelos plantea desafíos importantes. Entrenar modelos como Llama 3.1 generó emisiones de 8.930 toneladas de CO₂, una cifra superior a las emisiones anuales per cápita de muchos países desarrollados.
El informe también advierte sobre el agotamiento potencial de datos reales de entrenamiento antes de 2030, lo que obligará a los desarrolladores a recurrir a datos sintéticos, con riesgos asociados a la calidad y al rendimiento de los modelos.
Regulación global en marcha
En el plano normativo, 2024 marcó un cambio de ritmo. En Estados Unidos se aprobaron 59 nuevas regulaciones relacionadas con IA, más del doble que en el año anterior. Europa, Asia y América han impulsado la creación de institutos nacionales para la seguridad en inteligencia artificial, como respuesta a los acuerdos alcanzados en foros como el AI Safety Summit de Seúl.
El informe identifica también un aumento significativo en los debates parlamentarios y la promulgación de leyes sobre IA en al menos 75 países, con una media de crecimiento del 21% en actividad legislativa relacionada.
Opinión pública: entre el entusiasmo y el escepticismo
El 55% de las personas encuestadas a nivel global considera que la IA tendrá un impacto positivo en la sociedad, aunque existen grandes diferencias regionales. Países como China (83%), Indonesia (80%) o Tailandia (77%) muestran un entusiasmo mayoritario, mientras que en Estados Unidos (39%), Canadá (40%) o Países Bajos (36%) predomina el escepticismo.
Asimismo, solo el 47% de los ciudadanos cree que las empresas tecnológicas protegen adecuadamente su privacidad, una cifra que sigue cayendo año tras año.
Los datos hablan de una adopción acelerada, una inversión creciente y una capacidad técnica sin precedentes. Pero también evidencian desafíos críticos en ética, regulación, sostenibilidad y equidad.
Desde el Centro de Innovación, seguiremos atentos a estas tendencias para ayudar a los despachos profesionales a anticiparse, adaptarse y aprovechar las oportunidades que la IA ofrece