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OpenAI ha cerrado un contrato sin precedentes con Oracle, valorado en 300.000 millones de dólares para el suministro de potencia de cómputo en la nube durante los próximos cinco años a partir de 2027. Se trata del mayor acuerdo de la historia en su categoría, y supone un punto de inflexión en la dependencia tecnológica de la compañía, que rompe definitivamente con la exclusividad mantenida hasta enero de 2025 con Microsoft Azure. [Cio España]
El pacto se enmarca en el proyecto Stargate, una iniciativa conjunta con Oracle y SoftBank que prevé movilizar 500.000 millones de dólares en infraestructuras de centros de datos a nivel mundial. Una cifra que refleja no solo la magnitud del reto de la inteligencia artificial generativa, sino también la creciente competencia por asegurarse el control de la energía computacional.
Oracle se dispara con la ola de la IA
El impacto en el mercado ha sido inmediato. Las acciones de Oracle han subido un 42 %, impulsadas por el anuncio de que la compañía acumula un récord de 455.000 millones de dólares en contratos pendientes, con clientes estratégicos como OpenAI, Meta y xAI.
Según sus previsiones, Oracle aspira a alcanzar 144.000 millones de dólares anuales en ingresos por servicios cloud para 2030, consolidando su posición como rival directo de Amazon Web Services, Google Cloud y la propia Microsoft Azure.
Para los despachos profesionales y empresas de servicios, este movimiento es clave: demuestra cómo la competencia multicloud reduce riesgos de dependencia y abre la puerta a nuevos modelos de acceso a servicios avanzados de IA sin quedar atados a un único proveedor.
La apuesta multicloud de OpenAI
OpenAI inició su transición en 2024 al integrar servicios de Oracle, y la oficializó en enero de 2025 al terminar la exclusividad con Microsoft. Desde entonces, ha tejido acuerdos también con Google Cloud, avanzando hacia una estrategia clara: asegurar el mayor acceso posible a capacidad de cómputo frente al crecimiento exponencial de sus modelos.
Para los despachos profesionales, esta orientación es un aviso: la IA no se juega en el software, sino en la infraestructura capaz de sostenerla. La pregunta no es qué modelo es mejor, sino qué actor podrá garantizar el suministro estable de energía digital.
Gobernanza: hacia una corporación de beneficio público
En paralelo a la expansión técnica, OpenAI está redefiniendo su estructura empresarial. La compañía avanza hacia el modelo de corporación de beneficio público, manteniendo el control de su rama comercial bajo la fundación sin ánimo de lucro, que conservará una participación accionarial valorada en más de 100.000 millones de dólares.
Esto convierte a la fundación en una de las entidades filantrópicas con mayor capital del mundo. Además, persiste la colaboración con Microsoft a través de un memorando de entendimiento no vinculante, que asegura integración tecnológica y proyectos conjuntos, mientras siguen las revisiones regulatorias en California y Delaware.
Visión técnica: una infraestructura planetaria
Durante la AI Infra Summit, Richard Ho, jefe de hardware de OpenAI, describió la visión de una computación planetaria basada en:
- Agentes de larga duración capaces de operar de forma autónoma.
- Racks de más de 600 kW y interconexiones ópticas.
- Enclaves seguros y “interruptores de apagado” a nivel de silicio para controlar la seguridad de la IA.
Una arquitectura que no solo redefine el hardware, sino también los parámetros de confianza y gobernanza tecnológica.
Developer Mode: ChatGPT se convierte en un hub de productividad
En paralelo, OpenAI ha lanzado el Developer Mode de ChatGPT, que habilita el uso del Model Context Protocol (MCP). Esto permite a los desarrolladores ejecutar acciones desde el propio chat: actualizar tickets de Jira, activar flujos en Zapier o conectarse vía OAuth y SSE.
La compañía advierte de riesgos como inyección de prompts, fugas de datos o ejecuciones no deseadas, motivo por el que todas las acciones requieren confirmación explícita del usuario.
Este cambio convierte a ChatGPT en un orquestador de procesos empresariales, con implicaciones directas para despachos profesionales que buscan automatizar tareas administrativas y de gestión documental.