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Hacia un cambio necesario: reflexiones sobre Life in the Law de LawCare

16 oct., 2025 5
Hacia un cambio necesario: reflexiones sobre Life in the Law de LawCare

El día a día en un despacho jurídico —o en la profesión legal en general— tiene fama de exigente, de jornadas intensas, de retos constantes. Pero, ¿hasta qué punto esa cultura impuesta impacta en la salud mental y el bienestar de quienes ejercen la abogacía? Este tipo de interrogantes es el núcleo del reciente informe Life in the Law 2025, presentado por la organización británica LawCare, que analiza cómo la práctica del derecho afecta a sus profesionales y ofrece recomendaciones concretas para construir un sector más sostenible.

El informe Life in the Law ya tenía una primera edición de referencia (2020/21), que ya planteaba indicadores alarmantes sobre el estrés, el burnout y las barreras que existen para abordar la salud mental en el ámbito legal. Ahora, la versión 2025 no solo actualiza la fotografía, sino que pone especial énfasis en cómo articular el cambio: va más allá de la denuncia del problema para ofrecer una hoja de ruta.

A continuación, desarrollo los hallazgos más relevantes del informe, sus recomendaciones clave, los retos para el sector legal y cómo desde un despacho —o desde líderes de despachos— se puede actuar. [Law Care]

Lo que revela Life in the Law 2025.

Indicadores preocupantes de salud mental y expectativas de permanencia

- Un 59,1 % de los encuestados reporta niveles de bienestar mental “deficientes”.

- En cuanto al impacto del trabajo sobre su salud mental, un 43,4 % afirma que ha sido “muy significativo”.

- El burnout se presenta como un riesgo latente: altos niveles de agotamiento emocional, sentimientos de desconexión o falta de energía para el trabajo cotidiano.

- En términos de retención: 56,2 % considera que podría abandonar su puesto actual en los próximos cinco años, y 32,1 % incluso contempla salir del sector legal.

- Sólo 32,3 % se sentiría cómodo recomendando el derecho como carrera profesional.

Estos datos apuntan a una crisis silenciosa: muchos profesionales se encuentran en una tensión constante entre sostener su rendimiento y cuidar de su salud mental.

Factores que erosionan el bienestar

El informe identifica varios elementos dentro del entorno laboral que actúan como factores de riesgo:

- Intensidad laboral extrema: El 78,7 % de los encuestados afirma que trabaja por encima de sus horas contractuales, y un 8,5 % calcula que su extra semanal supera las 21 horas.

- Falta de seguridad psicológica: Los profesionales no siempre sienten que pueden expresar dudas, errores o ideas sin repercusiones negativas.

- Acoso, discriminación y trato hostil: Un 19,5 % señala haber vivido situaciones de bullying, acoso o discriminación en los 12 meses previos.

- Carencia de formación para gestionar equipos: Sólo un 54,6 % de quienes tienen responsabilidades de liderazgo recibió capacitación para ello.

- Reconocimiento poco alineado con la gestión humana: Menos de un tercio (31,3 %) indica que sus objetivos o carga de trabajo tienen en cuenta el tiempo necesario para liderar equipos o formarse.

- Déficits en la educación jurídica: Muchos sienten que la formación académica o profesional no prepara suficientemente para enfrentar los desafíos emocionales de una carrera legal sostenible.

En su versión 2020/21, LawCare ya había documentado que factores como autonomía limitada, cultura cerrada, desigualdades por género, edad o etnia, y el estigma sobre la salud mental agravaban la vulnerabilidad de los profesionales legales. El informe 2025 reafirma esos vínculos y suma una urgencia práctica al discurso.

Recomendaciones clave para transformar la cultura legal

LawCare no se queda en el diagnóstico: propone cinco ejes fundamentales para que despachos, organizaciones y profesiones legales avancen hacia un entorno más saludable:

- Gestionar activamente las cargas de trabajo
Evitar la sobrecarga crónica: replantear objetivos, incentivos, plazos y expectativas culturales que alientan jornadas excesivas.

- Dar prioridad a la gestión del talento humano
Reconocer que liderar personas exige tiempo, formación y reconocimiento: los abogados senior no pueden asumir automáticamente ser buenos gestores.

- Implantar modelos híbridos y flexibles
La adaptabilidad (trabajo remoto, jornadas adaptadas) puede ser un vector de bienestar, siempre que se construya con diálogo y sin aislar al profesional.

- Evaluar los programas de bienestar
Las iniciativas no deben ser de escaparate: deben medirse, ajustarse o descartarse según resultados reales.

- Rediseñar la educación legal
Incluir componentes de gestión del estrés, resiliencia, habilidades de liderazgo humano y autocuidado desde la formación inicial.

Estas recomendaciones implican una transformación profunda de procesos, actitudes y estructuras institucionales —un desafío, sí, pero también una oportunidad para que los despachos prioricen a su activo más valioso: las personas que los integran.

Retos para el sector legal español (y latinoamericano)

Aunque el estudio data del Reino Unido, muchas de sus conclusiones resuenan con la realidad de la profesión jurídica en España y en América Latina:

- En despachos tradicionales, el paradigma de “horas facturables” sigue dominando y condicionando la cultura laboral.

- La mística del sacrificio profesional puede impedir que se hable abiertamente de emociones, salud mental o agotamiento.

- Los líderes jurídicos pocas veces cuentan con formación en gestión humana o bienestar organizacional.

- Programas puntuales de bienestar (yoga, charlas motivacionales) están bien, pero muchas veces no van acompañados de cambios estructurales.

- En contextos con menos recursos, el desequilibrio entre carga laboral, remuneración y reconocimiento puede ser aún más agudo.

Para que la propuesta de Life in the Law trascienda fronteras, es clave hacer interpretaciones sensibles al entorno local —y luego actuar.

Qué puede hacer un despacho con pasión por el bienestar

Para que este informe no sea solo una lectura estimulante, sino un estímulo para el cambio real, aquí se describen acciones prácticas que un despacho comprometido puede emprender:

- Auditoría interna de bienestar
Realiza encuestas anónimas sobre salud mental, cargas de trabajo, clima de equipo y liderazgo. Usa los resultados como línea de base para mejorar.

- Formación en liderazgo humano
Capacita a los socios, directores y responsables de equipo no solo en técnica jurídica, sino en habilidades de gestión emocional, comunicación asertiva y detección temprana de estrés.

- Políticas de horas máximas y descansos obligatorios
Define límites razonables más allá de la ley, e impulsa descansos, desconexión digital y supervisión de la carga real.

- Espacios de conversación seguros
Crea foros confidenciales donde los miembros del despacho puedan compartir preocupaciones, errores o inseguridades sin temor a represalias.

- Seguimiento y mejora continua
Como sugiere LawCare, evalúa periódicamente los efectos de cualquier programa de bienestar: ¿funciona? ¿qué hay que cambiar?

- Mentoría inversa (reverse mentoring)
Aquí LawCare ofrece una herramienta útil: mentores jóvenes pueden asesorar a quienes ocupan posiciones de liderazgo sobre cultura laboral, inclusión y bienestar.

- Incorporar formación desde etapas tempranas
Para sedes de formación (facultades de derecho, escuelas de práctica jurídica), abogar por módulos o talleres sobre autocuidado, gestión del estrés y cultura laboral saludable.

Conclusión: humanizar la pasión por el despacho

El informe Life in the Law 2025 nos recuerda algo que muchas veces perdemos de vista en la urgencia del día a día: detrás de cada expediente, de cada oral, de cada negociación, hay una persona con emociones, límites, vitalidad. Si un despacho desea genuinamente prosperar —no solo en resultados económicos, sino en reputación, fidelidad, retención y calidad ética—, tiene que colocar el bienestar en su centro.