La creación musical tal como la conocemos está a punto de experimentar una evolución relevante. OpenAI trabaja en una nueva herramienta de inteligencia artificial capaz de generar música a partir de indicaciones de texto o fragmentos de audio. [Europa Press]
Esta innovación pone sobre la mesa preguntas sobre creatividad, derechos de autor y el papel humano en la composición, al mismo tiempo que abre nuevas puertas para creadores, marcas, plataformas y entornos profesionales. [Digital Trends]
¿Qué sabemos hasta ahora sobre esta herramienta?
Origen y funcionamiento preliminar
- Según fuentes vinculadas a la compañía, OpenAI está desarrollando un sistema que permite a los usuarios aportar además de instrucciones en lenguaje natural fragmentos de audio existentes a modo de punto de partida para generar música nueva [Madrid Actual]
- Se informa que la entidad habría colaborado con estudiantes de la Juilliard School (Estados Unidos) para disponer de datos de entrenamiento musicales, como partituras o grabaciones.
- La creación musical a partir de IA no es nueva para OpenAI: previamente ya lanzó modelos como Jukebox que generaban música en bruto (audio) entrenados con géneros, voces e instrumentación.
- Lo que distingue esta nueva herramienta es la ambición de combinar entrada de texto + audio (por ejemplo, “quiero un tema de jazz lento con piano” + “este fragmento de guitarra”) y traducirlo en una pista coherente, lista para uso (vídeos, ambientación, producción).
Diferenciación respecto a otras herramientas del mercado
- Ya existen generadores de música basados en IA, como Udio, que a partir de texto generan canciones en distintos géneros.
- La clave está en que OpenAI pretende una “plataforma de uso más amplio”, con datos de entrenamiento rigurosos, y posibilidad de incorporación de audio como estímulo.
- No obstante, aún no hay anuncio oficial de la fecha de lanzamiento, alcance geográfico, modelo de negocio ni precio al público general.
Implicaciones y desafíos
Oportunidades que genera
- Democratización de la creación: permitir a más personas, marcas o creadores generar piezas musicales adaptadas a sus necesidades sin necesidad de contratar servicios musicales tradicionales.
- Innovación en formatos de contenido: vídeos, podcasts, ambientaciones sonoras, jingles personalizados podrían generarse de forma más ágil.
- Potencial para nuevas propuestas creativas: combinar audio existente + texto para crear variaciones, remixes, adaptaciones de estilo.
Retos relevantes
- Derechos de autor y originalidad: En España, un estudio reciente de Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) advierte que la IA podría reducir hasta un 28 % los ingresos por derechos de autor de la música para 2028.Esto plantea interrogantes sobre si las piezas generadas pueden depender de obras preexistentes sin permiso.
- Calidad y uso profesional: No toda música generada por IA está todavía a nivel “producción comercial” en términos de mezcla, instrumentación, mastering. La supervisión humana seguirá siendo clave.
- Regulación y transparencia: La procedencia de los datos de entrenamiento, su impacto ético y legal, así como la atribución creativa, son cuestiones que están en plena discusión. El estudio de la SGAE solicita “mecanismos normativos” para distinguir música asistida de música completamente artificial.
- Disponibilidad geográfica y límite de funciones: Como ha ocurrido con otras herramientas de IA generativa (texto, vídeo), puede que el lanzamiento inicial esté limitado a ciertos mercados o con funciones restringidas.
¿Qué ocurrirá a continuación?
- Queda por ver cuándo OpenAI hará un anuncio oficial detallado de la herramienta: nombre, disponibilidad, condiciones de uso.
- Será clave observar cómo se integrará esta herramienta con otros productos de OpenAI, por ejemplo en la línea de IA multimodal (texto-imagen-audio).
- Los creadores de música, sellos, plataformas de streaming y legisladores en Europa prestarán especial atención: este tipo de tecnología puede alterar modelos de negocio, derechos y cadenas de valor en la industria musical.
- Desde la perspectiva de usuarios finales, habrá que ver los términos de uso: ¿la música será libre de derechos? ¿requiere licencia? ¿podrá utilizarse comercialmente sin restricciones?


